«Puerta tradicional en la arquitectura japonesa», así es como se define la palabra «shoji«, también denominado «puerta japonesa». Seguramente muchos las habréis visto en restaurantes orientales o en dibujos animados, como por ejemplo la serie de Shin Shan. Pues bien, en nuestro piso hemos optado por incluir uno de ellos. La decisión vino derivada de un problema: teníamos una habitación interior, con una puerta que daba a un lavadero, pero que presentaba problemas de iluminación. Buscamos alternativas que dieran luz a este espacio y entre todas ellas destacó una: el panel japonés. He de confesar que fue una idea de mi novio, y a mi modo de pensar, muy acertada. Existen de formas muy variadas, como las siguientes:
Como separador de interior y exterior de una vivienda. Actúa como puertas de acceso y ventanas. Pueden utilizarse diversos módulos o bien uno que actúe como puerta corredera. Otra opción es utilizar el panel japonés como puerta corredera de acceso a otros espacios, como en este caso es el baño.
Y dependiendo del tipo de distribución, son una buena elección para separar espacios y dar luz a aquellas habitaciones en las que carece de ello.
Éste es nuestro caso y así lo llevamos a cabo: decidimos derribar una de las paredes de esta habitación, que daba al pasillo del piso. Antes de nada, verificamos que NO se trataba de una pared maestra ya que por lo contrario no se hubiese podido llevar a cabo (tener en cuenta las recomendaciones). La pared se compondría por lo tanto, de una estructura de madera fija, con varios cuadrantes que incluyen ventanales de cristal translúcido (también se puede optar por papel, pero es más delicado). Cuatro líneas de cristal (con sus respectivas divisiones) que permiten pasar la luz y salvaguardar el interior de la habitación. Continuo a esta estructura iría una puerta corredera de acceso a la habitación. Este diseño oriental permite ir al unísono con el resto de elementos de pasillo, ya que a continuación encontraríamos 2 puertas correderas de acceso al baño y a la cocina. Paneles que se mueven deslizándose por una de las paredes del pasillo, de manera homogénea, cómoda y sin ocupar espacio.
Existen diferentes modelos, incluso podéis diseñar el vuestro a medida tal y como nosotros estamos llevando a cabo con un carpintero. Aquí un pequeño avance del trabajo que se está realizando. Una vez acabado, os lo mostraremos para que veáis como queda!
Cuarto Segunda 